El Gaucho Martín Fierro


de José Hernández (1834 - 1886)






Fuente: Primera edición, Buenos Aires, Imprenta de La Pampa, Victoria 79, 1872. Reproducción textual del ejemplar existente en la Biblioteca Nacional de la República Argentina (TES 3 A 06 33 18), con correcciones marginales del autor y la siguiente dedicatoria: "Señor Mariano A. Pelliza. En la aduana, su amigo José Hernández". Se ha respetado la ortografía y puntuación originales del siglo XIX. Obtenida a través del Proyecto Biblioteca Digital Argentina.

XIII

MARTIN FIERRO

Ya veo que somos los dos
Astilla del mesmo palo-
Yo paso por gaucho malo
Y usté anda del mesmo modo,
Y yo pa acabarlo todo
A los Yndios me refalo.

Pido perdon á mi Dios
Que tantos bienes me hizo-
Pero dende que es preciso
Que viva entre los infieles-
Yo seré cruel con los crueles-
Ansi mi suerte lo quiso.

Dios formó lindas las flores,
Delicadas como son-
Le dió toda perfecion
Y cuanto él era capaz-
Pero al hombre le dió mas
Cuando le dió el corazon.

Le dió claridá á la luz,
Juerza en su carrera al viento,
Le dió vida y movimiento
Dende la águila al gusano-
Pero mas le dió al cristiano
Al darle el entendimiento.

Y aunque á las aves les dió
Con otras cosas que inoro,
Esos piquitos como oro
Y un plumaje como tabla-
Le dió al hombre mas tesoro
Al darle una lengua que habla.

Y dende que dió á las fieras
Esa juria tan inmensa,
Que no hay poder que las vensa
Ni nada que las asombre-
¿Qué menos le daria al hombre
Que el valor pa su defensa?

Pero tantos bienes juntos
Al darle, malicio yo
Que en sus adentros pensó
Que el hombre los precisaba,
Que los bienes igualaban
Con las penas que le dió.

Y yo empujao por las mias
Quiero salir de este infierno:-
Ya no soy pichon muy tierno
Y sé manejar la lanza-
Y hasta los indios no alcanza
La facultá del Gobierno.

Yo sé que allá los caciques
Amparan á los cristianos,
Y que los tratan de "Hermanos"
Cuando se van por su gusto-
A que andar pasando sustos...
Alcemos el poncho y vamos.

En la cruzada hay peligros
Pero ni aun esto me aterra-
Yo ruedo sobre la tierra
Arrastrao por mi destino-
Y si erramos el camino...
No es el primero que lo erra.

Si hemos de salvar ó no-
De esto naides nos responde,
Derecho ande el sol se esconde
Tierra adentro hay que tirar,
Algun dia hemos de llegar
Despues sabremos adonde.

No hemos de perder el rumbo
Los dos somos güena yunta-
El que es gaucho vá ande apunta,
Aunque inore ande se encuentra;
Pa el lao en que el sol se dentra
Dueblan los pastos la punta.

De hambre no pereceremos
Pues segun otros me han dicho
En los campos se hallan vichos
De lo que uno necesita...
Gamas, matacos, mulitas,
Avestruces y quirquinchos.

Cuando se anda en el disierto
Se come uno hasta las colas-
Lo han cruzao mugeres solas
Llegando al fin con salú-
Y ha de ser gaucho el ñandú
Que se escape de mis bolas.

Tampoco á la sé le temo,
Yo la aguanto muy contento,
Busco agua olfatiando al viento
Y dende que no soy manco.
Ande hay duraznillo blanco
Cabo y la saco al momento.

Allá habrá siguridá
Ya que aqui no la tenemos,
Menos males pasaremos
Y ha de haber grande alegria,
El dia que nos descolguemos
En alguna tolderia.

Fabricaremos un toldo
Como lo hacen tantos otros,
Con unos cueros de potro
Que sea sala y sea cocina,
¡Tal vez no falte una china
Que se apiade de nosotros!

Allá no hay que trabajar,
Vive uno como un señor-
De cuando en cuando un malon
Y si de él sale con vida,
Lo pasa echao panza arriba
Mirando dar güelta el sol.

Y ya que á juerza de golpes
La suerte nos dejó á flus,
Puede que allá veamos luz
Y se acaben nuestras penas;
Todas las tierras son güenas
Vamosnos amigo Cruz.

El que maneja las bolas,
Y que sabe echar un pial,
O sentarse en un bagual
Sin miedo de que lo baje,
Entre los mesmos salvajes
No puede pasarlo mal.

El amor como la guerra
Lo hace el criollo con canciones
A más de eso en los malones
Podemos aviarnos de algo,
En fin amigo, yo salgo,
De estas pelegrinaciones.

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En este punto, el cantor
Buscó un porron pa consuelo,
Echó un trago como un cielo,
Dando fin á su argumento
Y de un golpe al instrumento
Lo hizo astillas contra el suelo.

-"Ruempo, dijo, la guitarra,
Pa no volverla á templar,
Ninguno la ha de tocar
Por siguro tenganló;
Pues naides ha de cantar
Cuando este gaucho cantó."

Y daré fin á mis coplas
Con aire de relacion,
Nunca falta un pregunton
Mas curioso que muger,
Y tal vez quiera saber
Como fué la conclusion.

Cruz y Fierro de una estancia
Una tropilla se arriaron-
Por delante se la echaron
Como criollos entendidos,
Y pronto, sin ser sentidos
Por la frontera cruzaron.

Y cuando la habian pasao,
Una madrugada clara
Le dijo Cruz que mirara
Las últimas poblaciones;
Y á Fierro dos lagrimones
Le rodaron por la cara.

Y siguendo el fiel del rumbo,
Se entraron en el desierto,
No sé sílos habran muerto
En alguna correria
Pero espero que algun dia
Saber de ellos algo cierto.

Y ya con estas noticias
Mi relacion acabé,
Por ser ciertas las conté,
Todas la desgracias dichas
Es un telar de desdichas
Cada gaucho que usté vé.

Pero ponga su esperanza
En el Dios que lo formó
Y aquí me despido yo
Que referi ansi á mi modo
Males que conocen todos
Pero que naides contó.